miércoles, 3 de febrero de 2010

Reset

Tras 6 años de morar como nunca nadie ha morado, la mudanza al nuevo recinto ferial llega a su fin.

Atrás queda la vida en una agradable penumbra, el somier de baldosas y un hilillo de agua caliente en la ducha que hizo las delicias matutinas de niños y grandes.

Los inmejorablemente ubicados pero escasos metros cuadrados que nos han visto crecer dan paso a la parcela de distribución vertical en propiedad, más allá del anillo motor.

Esperemos que la estética de los nuevos espacios se adapte a los fundamentos del Feng Shui, y que los incontables calcetines desparejados, arrinconados cruelmente a lo largo de estos años, puedan al fin recuperar la simetría que da sentido a su existencia.

Amén.

2 comentarios:

Bego dijo...

Que he estado un poco desconectada últimamente. Felicidades por el piso, la mudanza y demás.
Los calcetines desparejados son lo mejor, yo son los que más uso al final. Me los pongo para estar por casa, para dormir en invierno, por debajo de los otros para combatir el frío norteño y a veces incluso (cuando no me doy cuenta) para salir a la calle, lo confieso.

María Uhalte Cisneros dijo...

cómo podemos tener ya 6 calcetines desemparejados??????