jueves, 26 de febrero de 2009

1000 Hipervinculados

Momento histórico: 1.000 visitas al blog!!!!!

Eso se traduce en:
- 100 visitas de terceros
- 900 visitas del administrador (yo) para comprobar que funciona el contador.

Lo cual no resta mérito al momento histórico: 100 visitas al blog!!!
Los números redondos siempre son agradecidos a la hora de celebrar.

Para todos aquellos que hayan pasado o vayan a pasar por este sitio, aquí va un regalo que representa uno de los momentos más tronchantes del 2009.

Con el permiso de Robert Palmer, las Palmerettes, Paul Stanley, Angus Young, Michael Stipes y Pitingo, os dejo con esta joya del postmodernismo musical. Si una imagen vale más que mil palabras, un streaming de vídeo a 25 frames/sec ya no deja ni un resquicio a la imaginación. Lo que veis es lo que hay.

Si queréis documentación de referencia antes de visionarlo, no dudéis en ver esto, esto y esto.

A gozarla pues!

viernes, 20 de febrero de 2009

Malos tiempos para la mímica

Vaya mierda de día, vaya mierda de semana, vaya mes de los cojones y vaya, pero vaya vaya con lo que llevo de 2009. Está la cosa más que torcida y solo encuentro dos explicaciones:

- Se avecina algo realmente bueno, de forma que se alcance algún tipo de equilibrio y que no me las den todas por el mismo lado. Eso si, como la compensación no repercuta directamente sobre mi persona, y los acontecimientos que sobrevengan en el futuro tiendan a mantener la entropía universal dándole to lo güeno a otro ser, me voy a quedar, en el mejor de los casos, igual. Ya puestos casi preferiría que el otro ser habitase en otro universo y/o dimensión. Para no cruzármelo por la calle y verle sonreír al hijoputa (ya me estás cayendo fatal, Otroser)

- Budú. Alguien me está haciendo budú con mi DrMortin Action Figure. Esto tiraría por tierra mi proyecto de merchandising, mediante el cual pretendía alegrar los corazones de mis fans e inducir al despertar sexual de mis groopies (que alguna habrá) de cara a un proyecto comercial más ambicioso: El DrMortin hinchable. Si todo esto tiene sentido, creo que este producto se va a caer de mi catálogo. Es demasiado fácil darle un mal uso.

Y todo esto aderezado por que mi habitual listaca musical está avocada a la extinción dados los recortes que el e-moncín de turno me está haciendo en deezer.... Habrá que buscar pues algún desahogo. Pero más vale que sea rápido. La situación no se sostiene.

domingo, 15 de febrero de 2009

Avo-gando

Amedeo Avogadro
Via Vermicelli Neri, Bajo-C
Turín
Turín, 15 de Febrero de 1853

Estimado doctor Wilimski,

Como cada mes me dirijo a usted para notificarle el estado de mi actividad cerebral tras el, hasta el momento, exitoso trasplante de espinas dendríticas que me fue practicado el pasado 1 de Mayo de 1852.

Mi satisfacción es casi total, y salvo algún conato de ira (totalmente justificado, dada la inevitable existencia de otros seres vivos) y el reblandecimiento craneal que me acompaña cada mañana al trabajo y que me hace parecer, no sólo más feo de lo que soy, sino también increíblemente peludo, todo marcha a las mil maravillas.

En caso de que mantenga el interés por mi sinapsis y continúe con sus investigaciones, le comunico que me sería de gran utilidad una fórmula laxante que me permita soportar a la gente que, por obligación, me rodea cada día. Si es una solución ad-hoc, lo preferiría a un producto comercial. Estos últimos me hacen correr tras los carruajes, lo que junto a mi pelambre matutina me garantizaría un escopetazo diario, cuando no una sarta de escobazos de la portera de turno (malditas porteras, como os odio!)

Como puede ver, mi día a día transcurre dentro de la normalidad más absoluta. Si mi caso evoluciona positivamente y mis males remiten por completo le estaré eternamente agradecido.

Le diré que últimamente soy prolífico en la generación de gases intestinales, y ante mi convencimiento de que a iguales condiciones de presión y temperatura, estos contienen el mismo número de partículas que una vaporización de esencia de rosas, en su honor y como muestra de gratitud, bautizaré con su nombre el número de veces al mes que produzco mis evacuaciones. Darle mi nombre al número de partículas elementales existentes en un mol de cualquier substancia me ha proporcionado pingües beneficios, por lo que a buen seguro agradecerá mi ofrecimiento.

Sin otro menester, me despido con un saludo afectuoso. Póngame a los pies de su vajilla de Limoges.

A. Avogadro