martes, 16 de febrero de 2010

El mal

En menos de una semana, he tenido la mala suerte de interactuar con los siguientes malhechores:

- Desconocidos que destruyen la luna delantera derecha de mi vehículo motor y de otros 6 vehículos colindantes con aviesas intenciones (intenciones de robar, naturalmente)
- Telefónica me roba EUR 83,53 en concepto de un alta de línea gratuita y me obliga a efectuar un gasto telefónico en su favor para solicitar, por las buenas, el reembolso de dicha cantidad.
- Orange me roba EUR 75,00 en concepto de un contrato de permanencia que no he roto y me obliga a efectuar un gasto telefónico en su favor para solicitar, por las buenas, el reembolso de dicha cantidad.
- Identifico y desenmascaro señalando con el dedo y vociferando, visiblemente enfadado, a tres individuos que han sustraido una cartera de la mochila de una guiri ante la pasividad del resto de personal que nos rodea (supuestamente ciudadanos de bien)
- Nuestro ex-casero se niega a devolvernos 150€ de nuestra fianza argumentando que Hacienda le ha crujido por no declarar el piso y que esto, de algún modo, es culpa nuestra (por existir, supongo)

¿Y qué sacamos en claro de todo esto?
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Se que ahora debería responder, pero mi capacidad de aprendizaje parece disminuir a medida que acumulo experiencias (contradiciendo las maravillosas propiedades que Cajal atribuía a las espinas dendríticas... mil disculpas Don Santiago)

Efectivamente, no saco nada en claro. Nada más allá de un odio incontrolable y un rechazo brutal a esos que se hacen pasar por mis congéneres. Desde luego, no lo somos, y me niego a admitir que nos una ningún tipo de lazo evolutivo.

A todos ellos, les deseo lo peor. Puede que algo parecido a la escena del minuto 2:03 de este vídeo que, por otra parte, me da todo el buen rollo que estos desalmados se empeñan en robarme. Espero estar presente cuando llegue ese momento. Hasta entonces, esperaré pacientemente... Heaven can wait.



7 comentarios:

Edunardo dijo...

Mis simpáticos vecinos perdieron el domingo un plumero. Este cayó en mi terraza pero nadie ha venido a reclamarlo. Debe estar muerto, porque no se mueve. Desalmados.

DRMortin dijo...

Tus vecinos también forman parte de mi lista de villanos. No creas que les he olvidado.

Perune dijo...

Como bien dijo el señor perezas: "Fusilarlos y aniquilarlos".

kraepelin dijo...

Querido Dr. Mortin. Dos apuntes literarios que pueden ser útiles. El padre del detective Leo Caldas ("La playa de los ahogados") tiene un libro de los idiotas. Sugiero de la misma forma un "Libro de los malvados". Y Stieg Larsson (que me da a mí que tenía un poco de mala hostia) nos recuerda que nunca dejemos pasar la oportunidad de vengarnos convenientemente... Besotes

María Uhalte Cisneros dijo...

todo pasa! muakas

Isa dijo...

Y youtube no deja en éste, tu país, ver el video...

Eutsi!!!

DRMortin dijo...

Pues una pena, sinceramente. Por el video, por mi país, por algunos de los personajes que viven en él (la lista de malhechores sigue creciendo) y por varias cosas más que me guardo para futuras ediciones de "el mal"... que las habrá.
Si podéis ver el vídeo en alguna otra parte (por ejemplo cuando paséis por el Chad), aproveChad, que está chulo.